Desde
el principio de los tiempos, las personas han buscado algo en lo que apoyarse a
la hora de vivir, de seguir adelante: la mitología, la magia, la religión,
la ciencia, el amor, el arte, la familia, los amigos o incluso el sentido del humor; algo en lo
que basar su existencia. Pero, sobretodo, en el complejo y comprometido mundo en
el que vivimos actualmente, la búsqueda
del sentido de la vida es una cuestión compleja que llega a causar grandes
quebraderos de cabeza porque, ¿qué lleva a una persona a apoyarse en unas cosas
o en otras?, ¿en qué puedes sostenerte cuando las adversidades son excesivas y
los problemas pueden con tu persona?,
¿cuál es el límite de sufrimiento que una persona puede soportar?, ¿es
capaz el ser humano de adaptarse a cualquier situación?; y una de las
cuestiones más importantes: ¿dónde se encuentra el limite entre vivir sin
sentido aparente y el suicidio?.
En resumen, la pregunta que engloba todas las anteriores es ¿por qué vivir?. Tal y como decía Nietzsche: “Quien tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre el cómo” (El hombre en busca del sentido, Viktor Frankl). En un intento por aclarar estas preguntas, voy a mostrar algunos de los sentidos de la vida más usuales y a reflexionar sobre ellos.
En resumen, la pregunta que engloba todas las anteriores es ¿por qué vivir?. Tal y como decía Nietzsche: “Quien tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre el cómo” (El hombre en busca del sentido, Viktor Frankl). En un intento por aclarar estas preguntas, voy a mostrar algunos de los sentidos de la vida más usuales y a reflexionar sobre ellos.
2-Desarrollo
Cada
persona es un mundo y tiene formas únicas de percibir e interpretar la realidad
y la vida, por eso cada uno busca su sentido. Muchas veces las personas no
tienen suficiente autoestima y confianza en sí mismos y pueden ser manipulados,
ya sea por los medios de comunicación, por la opinión de las personas de su entorno
o por lo que ven de la gente que admiran (mayoritariamente en famosos a los que
intentan seguir porque en apariencia son felices con su forma de vida).
Estos serían algunos de los sentidos de la vida a los que más comúnmente se recurre:
Estos serían algunos de los sentidos de la vida a los que más comúnmente se recurre:
-La
religión:
la creencia (dependiendo de si se trata de una religión poli o monoteísta) en uno o varios seres superiores a los humanos los cuales nos han dado el regalo de
la vida. Por para las personas que se aferran fuertemente a esta postura la
idea de suicidio es un pecado, pues significa rechazar el regalo que estos
seres divinos te ofrecen. Además, la función de estos dioses también es la de
manejar el transcurso de vida y ofrecer
una segunda oportunidad tras la muerte, por lo que todo lo que sucede a estas
personas está justificado con que ellos lo quieren así por alguna razón. Grandes filósofos de la historia como San
Anselmo de Canterbury han defendido que esta creencia -en principio- irracional es real,
concluyendo que “Dios existe porque está en nuestra
mente.” Cuando suceden desgracias, las personas que no están tan unidas a esta
postura recurren a ella. Frankl dice: “el recién llegado al campo quedaba
sorprendido y admirado por la profundidad y la fuerza de las creencias
religiosas” (El hombre en busca de sentido, Viktor Frankl) pues la dura vida
que tenían reforzaba la confianza en Dios.
-El
consumismo y el poder: para muchas personas la posesión de riquezas y el poder son
la base de su vida, la búsqueda de la felicidad por medio de lo material. Este
ha sido el sentido utilizado durante siglos y sobretodo de gran relevancia en
la actualidad, pues el avance de las tecnologías y el desarrollo de los productos
hace creer que quien los posea obtendrá una experiencia muy satisfactoria. Esta
orientación de vida lleva a grandes desigualdades sociales además de a la
perdición humana porque nunca llega a saciarse, siempre busca algo más con lo
que llenar su vida.
Sin tener en cuenta el sentido aportado a la vida (aunque si
puede ayudar al desarrollo de éste), puedes tener una actitud racional,
optimista o pesimista. Hay ocasiones en las que el optimismo puede resultar
irritante por llegar a sumirte en una situación irreal para sobrellevar el
dolor de la que al salir, sufres un fuerte desengaño, como es el caso de los
hombres que forman parte de la historia de “El hombre en busca de sentido”.
Además un gran desengaño y un hecho traumático pueden llevar a la búsqueda de
otro sentido de la vida y si en su defecto no se encuentra, al suicidio. Para
evitar desengaños otros prefieren ponerse en lo peor: el pesimismo. Afrontan el
dolor mediante la apatía en un intento por defenderse de su realidad.
Otros métodos para afrontar el sufrimiento en la vida son la
imaginación (en “El hombre en busca de sentido” explica como satirizaban su
propia situación y soñaban con cosas que en ese momento no podían lograr como
por ejemplo el alimento o las drogas, que te liberan por un momento de tu
propia vida). Estas opciones, sobretodo la última, no son aconsejables pues
aunque te evitan enfrentarte a la realidad, la verdad es que no quieres
reconocer ni afrontar lo que te está pasando y, cuando vuelves a ser consciente,
el golpe es mucho más duro. También el humor sirve como medicina para el alma,
tema que abarcó el gran filósofo Aristóteles.
3-Opinión
personal
Tras
realizar una larga reflexión, he llegado a la conclusión de que no deberíamos
necesitar apoyarnos en algo o alguien para vivir, sino que el amor a la propia
persona y a la vida debería ser suficiente. Puesto que lo material puede
desaparecer y las personas pueden alejarse de nuestro lado, nuestra felicidad
sólo debería depender de nosotros mismos. Pero la mente humana es débil y
necesita respaldarse en una razón para seguir adelante y si hay que elegir un
sentido, yo me quedo con el apoyo de las personas cercanas a mí, la ciencia y
el de una esperanza de futuro, aunque eso no es suficiente para responder a
algunas cuestiones que se plantea mi mente como si hay alguna intención en todo
lo que pasa o porque hay personas que se dedican a hacer crueldades a otras,
¿es ese el fin que quieren realizar en su vida?. En vez de destruirnos y
herirnos mutuamente, deberíamos trabajar para mejorar; pero como ya he dicho
anteriormente la mente es compleja y débil y nos dejamos llevar por los
sentimientos.
El
sentido más ínfimo, para mí, es el puro materialismo y el ansia de poder. No te sirve de nada tener
muchas posesiones si no tienes nadie con quien compartirlo y además nadie es
mejor que nadie por lo que no tienes derecho alguno a esclavizar a un ser humano.
Respecto
a la actitud sobre la vida, intento ser lo más realista posible porque no sirve
de nada ilusionarse vanamente para luego no obtener el resultado esperado, ni
ponerse en el peor de los casos. Pero mi interior, supongo que en un intento de
autoprotección, siempre me lleva al pesimismo pues en mi opinión es mejor
esperarse la peor de las situaciones y luego recibir una alegría que llevarse
un gran desengaño, como pasaba en numerosas ocasiones a los hombres en los
campos de concentración.
En
referencia al uso de métodos como las drogas en un intento de escapar de la
realidad me parecen totalmente irracionales e incoherentes, pues por mucho que
intentes escapar la realidad va a seguir ahí a no ser que hagas algo por
cambiarla, por lo que cuanto antes te enfrentes a ella e intentes resolver tus
problemas mejor.
4-Conclusión
Cada
persona es peculiar y se apoya en lo que cree que es mejor y más útil para
desarrollar su vida y dar sentido a su existencia. Los problemas que surgen día
a día son, en su mayoría, inevitables por lo que hay vivir de forma que
tengamos valor y fuerza suficiente para superarlos sin decaer y tratando a las
personas con la dignidad y el respeto que se merecen. Cuando pensamos que el
mundo está sobre nosotros y no hay forma de soportar tanto dilema, debemos
darnos cuenta de que podemos con eso y mucho más, que hay personas en todo el
mundo que luchan contra conflictos mayores y si ellos pueden, nosotros también.
Si
ahora se me planteara la cuestión “¿por que vivir?” sabría dar muchas más
razones que antes de haber realizado esta disertación; pero a pesar de todo mi
respuesta sería sin lugar a dudas:
¿y por qué no?
Paula Pérez, 1º C
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